sábado, 6 de febrero de 2010

El Secreto de Muhammad

Si algún día se demostrase que la mente de Muhammad tenía alguna disfunción que le hacía ver criaturas de un mundo inventado y visitar lugares edénicos o infernales que sólo estaban en su imaginación, ni siquiera entonces aceptaríamos sin más que Muhammad fuese un esquizofrénico. La psicología transpersonal ha sabido demostrar hasta qué punto hemos malinterpretado los Estados Alterados de Conciencia, que abrían al hombre a una comprensión más amplia de la realidad. Un esquizofrénico es lo que queda de un hombre con una sensibilidad especial, cósmica, después de lo que destruyan los psiquiatras. Un esquizofrénico es un chamán destruido por habérsele obligado a vivir en una sociedad no tradicional.

... el profeta Muhammad no "creía" en el Paraíso como no creía en el Fuego, sino que lo experimentó y la invitación del Islam es a vivir todo eso cuando nos toque pero sin salir de nuestra materialidad y nuestra cotidianidad. Porque si no vivimos ya en esta vida el Paraíso y el Fuego, o mejor, si no sabemos desvelarlos en nuestra experiencia cotidiana, se nos está obligando a aceptar como parte de lo real algo que no está en nuestras experiencia de lo real. El Profeta no comprendió ni racional ni teológicamente que deberían existir el Paraíso y el Fuego; fueron su paladeo del mundo, su experiencia de "lo que tenemos entre manos".

El Secreto de Muhammad, La experiencia chamánica del Profeta del Islam; Abdelmumin Aya, Editorial Kairós, 2006.

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