Me fui al bosque porque quería vivir con un objetivo: hacer frente solamente a los hechos esenciales de la vida para ver si podía aprender aquello que me quisiera enseñar y para no descubrir, cuando llegara mi hora, que no había vivido. No quería vivir lo que no es vida, ni practicar la resignación salvo si fuera necesario.
La civilización ha ido mejorando nuestras residencias, pero no ha hecho lo mismo con los hombres que las pueblan.
...No me excedo si digo que las aves tienen nidos, los zorros sus madrigueras y los salvajes sus chozas mientras en la sociedad civilizada sólo la mitad de las familias poseen vivienda propia.
No es necesario el dinero para comprar lo que requiere el alma.
Denme la verdad antes que el amor, el dinero y la fama.
Walden, Henry D. Thoreau, Ed. Adromeda, 2011.
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